En Dios todo lo puedo

      En algún momento de tú vida llegan pruebas a tú camino, las cuales deben ser afrontadas con entusiasmo y ganas de luchar. Nunca se debe dejar a Dios a un lado, ni culparlo por el momento difícil  que estás pasando, en algunos casos la capacidad de reflexionar no es practicada a fondo, por esto no se llega a la conclusión de que esas pruebas difíciles son consecuencia de decisiones prematuras o actos cometidos por las mismas personas, de los cuales más adelante se arrepentirán.

     Dios no es el culpable de lo que estás pasando, al contrario en momentos así esta más cerca de ti, dándote fuerzas y ánimos para que sigas  con tu camino. Abandónate en las manos de Dios, el amigo que siempre estará a tu lado.